jueves, 16 de octubre de 2014

Noticias: Antonio Hernández, Premio Nacional de Poesía 2014 por 'Nueva York después de muerto'


El escritor gaditano, Antonio Hernández ha sido galardonado con el Premio Nacional de Poesía 2014 con su obra Nueva York después de muerto, publicada por Calambur.

El autor también se alzó con este poemario con el Premio de la Crítica de Poesía Castellana este mismo año. 

El equipo de Calambur se siente muy orgulloso de haber publicado esta obra y queremos darle la enhorabuena a nuestro querido Antonio. ¡Enhorabuena!

A continuación recopilamos algunas de las noticias publicadas en la prensa:

El Cultural, 9/10/2014
Por Fernando Díaz de Quijano


El poeta Antonio Hernández (Arcos de la Frontera, Cádiz, 1943) ha sido galardonado hoy con el Premio Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía por la obra Nueva York después de muerto. El premio, dotado con 20.000 euros, lo concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para distinguir la obra de autor español escrita en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado y editada en 2013.

El jurado ha considerado Nueva York después de muertocomo una obra “totalizadora, arriesgada y comprometida que recoge la herencia literaria y ecos históricos; un libro que rehumaniza y salva del olvido”. El libro se compone de un único poema que parte de un proyecto incumplido de su maestro, Luis Rosales, que quería escribir sobre la gran ciudad, la masificación, el racismo y la política, explica el autor. “Cuando Rosales estaba enfermo, me dijo que no iba a poder escribir el libro que tenía en mente. Yo le dije: 'Maestro, no te preocupes, si no puedes lo haré yo, y lo haré mejor que tú'. Él se sonrió, porque sabía que se lo decía en broma”, recuerda Hernández.


El País, 9/10/2014
Por Manuel Francisco Reina

Justo en estos días se cumplen cuarenta años de la concesión del premio Adonáis al entonces joven poeta de Arcos Antonio Hernández. El libro tenía por nombre “El Mar era una tarde con Campanas”, y el jurado, compuesto por Luis Rosales, Vicente Aleixandre, José Luis Cano y Gerardo Diego, de los que pronto fue cómplice y amigo, quedó impresionado con este golpe de mar y de sur que les llegaba contestatario y verdadero en forma de poemas. Pertenecía el escritor andaluz a esa hornada de la denominada“Generación del 60 o del Lenguaje”, como Diego Jesús Jiménez, Félix Grande, o Manolo Ríos Ruiz, entre otros deudos y fieles de muchos autores y postulados de la Generación del 50, y cuya renovación estética fue el germen, fundamental en realidad, de los poetas posteriores o “Novísimos”.

Ahora Premio Nacional de Poesía por Nueva York después de muerto, tras haber recibido este mismo año el Nacional de la Crítica de Poesía, avala la importancia y trascendencia de su obra y figura en todas estas décadas, y la relevancia de este libro. Un auténtico hito de la poesía española contemporánea. El poemario nació del difícil compromiso del poeta con su amigo Luis Rosales, como explica en la justificación de la obra: [...]


ABC, 9/10/2014

El jurado ha valorado la obra por ser «totalizadora, arriesgada y comprometida que recoge la herencia literaria y ecos históricos; un libro que rehumaniza y salva del olvido»

El jurado ha considerado «Nueva York después de muerto» como una obra «totalizadora, arriesgada y comprometida que recoge la herencia literaria y ecos históricos; un libro que rehumaniza y salva del olvid».

Nacido en Arcos de la Frontera (Cádiz), en 1943, Antonio Hernández cultiva narrativa, ensayo, periodismo, y, sobre todo, poesía, con títulos como: «El mar es una tarde con campanas», «Con tres heridas yo», «Sagrada forma», «Habitación en Arcos», «El mundo entero», «Insurgencias» (Poesía 1965-2007) o «Nueva York después de muerto».


El Imparcial, 9/10/2014

Por Adrián Sanmartín

A Antonio Hernández se le ha concedido hace poco el Premio Nacional de Poesía 2014 por Nueva York después de muerto, que se une al Premio de la Crítica, obtenido también este año. No es la primera vez que el escritor andaluz obtiene este último galardón, con el que ya se alzó en 1994 por Sagrada forma. Ni estos son los únicos reconocimientos que ha logrado a lo largo de su trayectoria, en la que ha conseguido numerosos premios como el Adonais, el Gil de Biedma o el Rafael Alberti, entre otros, que le distinguen como uno de autores más sólidos de la poesía española del último medio siglo. Un autor que bebe de nuestra mejor tradición poética para insuflarle un estilo propio.

Precisamente esa simbiosis alcanza, sin duda, una de sus cimas en Nueva York después de muerto, un poemario, como bien señaló el jurado del Premio de la Crítica, “sorprendente y arriesgado”. Y, añadiríamos, enormemente valiente al haber abordado un reto de gran envergadura.


En un bosque extraño, 10/10/2014

Por Santos Domínguez 

Nueva York después de muerto es un libro sorprendente y arriesgado en el que el autor recoge un cruce de vidas y destinos que acaban en la ciudad de la muerte y de la aurora, con columnas de cieno y aguas podridas.

Heredero de aquel proyecto, Antonio Hernández organiza su libro también como una trilogía en la que se suceden y se confunden ordenadamente en la muerte esos tres vértices, porque Luis Rosales es aquí ya emoción de otra sangre, ya / parte confederada, parte de Federico y está ya en Nueva York, después de muerto. / ¿Después de muerto quién, él, Federico, / Nueva York muerta?


La voz de Pinto, 15/10/2014

Por José Luis Esparcia

Antonio Hernández está en el otero de la poesía española; no mira por encima porque sus pies y su corazón son muy telúricos; pero ve, con los ojos que le nacieran en Arcos de la Frontera y con el corazón que le creciera en las pautas vitales del mundo real, también el de la realidad ensoñada, al resto de poetas actuales con una perspectiva de madurez ganada por trabajada. Su poesía resulta del don machadiano, pero también del halo lorquiano, del arrojo y la sensibilidad hernandianas y, sobre todo, de su honestidad como persona y poeta al que encendió el Sur gaditano y al que ha inflamado el mundo cerca de las personas reales, que sienten realmente cuanto Hernández sabe captar, apreciar y poetizar en versos leales a su sentido de la poesía para la inmensa mayoría.

El libro ganador de ambos premios: “Nueva York después de muerto”, no es realmente un libro, sino varios, aunque la temática y el tono confluyan y se distribuyan para crear la simetría que lo hace tan asequible a la persona lectora, y tan irrepetible a otra sensibilidad escritora. Los merecimientos de dos grande poetas: Luis Rosales y García Lorca, las inquietudes sociales y la consolidación de un sentimiento paganamente patriótico en los contrarios representados por la defección yanqui, son líneas de conducción principal de este libro que quedará entre los más grandes.



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