viernes, 28 de febrero de 2014

Noticias: presentación de Carta blanca, de Rafael Saravia, y Pobreza, de Víktor Gómez, en el Ateneo de Madrid




 XX Ciclo Los Viernes de la Cacharrería

Presentación y recital de Carta blanca, de Rafael Saravia, y Pobreza, de Víktor Gómez.
Juan Carlos Mestre será el encargado de presentar el acto.

Viernes, 28 de febrero de 2014, 21:00 h
Ateneo de Madrid

Sala de la Cacharrería
C/ Prado, 21. Madrid
 
Más información 

«La poesía de Saravia, como él mismo, se llena de sabiduría e ingenuidad, compromiso con la vida y derrame absoluto de imaginación comprometida con el lenguaje y las transgresiones de existencia necesarias para la creación de un mundo propio y emocionante». Jesús Hilario Tundidor
http://rafaelsaravia.es/

Pobreza ahonda en una aventura poética que lleva el lenguaje a los límites de la sintaxis, de la delgadez expresiva y de la combinatoria de géneros, registros y dialectos, para dar cuenta de los vértigos de la conciencia y del compromiso ético contemporáneos. Poesía de la crítica, para la crítica, desde la crítica, que comienza, como no podía ser de otra manera, en la crítica y la sospecha del lenguaje. [...]
http://viktorgomez.blogspot.com.es/

 

jueves, 27 de febrero de 2014

Reseña: El día anterior al momento de quererle, de Concha García, en Babelia, El País

El día anterior al momento de quererle
Por Antonio Ortega
Babelia, El País, 22/02/2014

En un poema de Cuantas llaves (1998), de igual título al de este nuevo libro, Concha García apuntaba esa "nueva manera de decir / lo que no es antaño, ni revés, / sino recuerdo / del día anterior al momento de quererle". La escritura, entonces, desemboca en un delta que amplía su foco: ese leísmo del título, ni lo ni la, que sería lo correcto, define esa apertura de campo. El material del poema sigue siendo el mismo: la pérdida, el amor, el tiempo, la muerte, la soledad, el cuerpo, lo cotidiano y los detalles. Pero ahora, surge la confianza, una afectividad plena de intensidades, de nuevos matices: "un vuelco de vida", como cuando "te pone la mano encima / el calor del mundo". El sujeto parece diluirse, transformarse buscando sus reflejos en el tú y en el nosotros, se hace inquieto, fluye por ese "mapa que se extiende dentro / y (donde) no sabemos colocar al sujeto que lo estudia / para ubicarse". Mapas dibujados que cartografían los afectos y los deseos. Un viaje iniciático que, gracias a la bergsoniana doble temporalidad, permite saber dónde está el tiempo del recuerdo y dónde el de la percepción, distintos y simultáneos. Desde la distancia subjetiva y consciente de lo cercano se nos da a ver, en un instante, a la vez lo visto y a quien lo ve, gracias a unos "poemas (que) contienen raros acertijos / que resultan ser llaves". No se pierdan este viaje de vuelta, acaso, a lo que nos queda de vida.



miércoles, 26 de febrero de 2014

Reseña: Pobreza, de Víktor Gómez, en Todoliteratura.es

Pobreza del poeta madrileño Víktor Gómez
Todoliteratura.es, 22/02/2014 

Víktor Gómez, madrileño de cuna y valenciano de corazón, es uno de los animadores culturales más influyentes del panorama literario actual. Su floreciente labor como coordinador de la Asociación Poética Caudal y las presentaciones y recitales que organiza en la librería Primado, por donde pasa la poesía en Valencia, atestiguan una inquietud vital e intelectual digna de encomio.

Como autor ha demostrado poseer una voz propia, con el empleo de un lenguaje combativo, que desde un humanismo militante parte de lo existencial para "despertar" conciencias al poner el acento en la problemática social. Víktor cuenta con un amplio bagaje de publicaciones: Detrás de la casa en ruinas (Amargord, 2010), Huérfanos aún (Baile del Sol, 2010), Incompleto (4 de agosto, 2010), Trazas del calígrafo zurdo (Varasek, 2013) y recientemente Pobreza (Calambur, 2013), además su interesante labor como co-director, junto a Javier Gil, de la colección ONCE de poesía y ensayo de Ediciones Amargord, avalan a un autor incansable y comprometido.

En Pobreza hallamos un lenguaje rico en matices, que disecciona la realidad con la habilidad de un entomólogo. En sus manos parece que el lenguaje se dilata, se curva, para decir de otra forma cosas que deben ser dichas. Estamos ante una poesía crítica con la realidad circundante, que hace del lenguaje un material altamente maleable, donde se imbrican diversos géneros, registros y dialectos, y cuya sabia combinación consigue poner en crisis las trampas y falsos asideros que una moral impuesta ha ido poniendo en el camino. Víktor Gómez tiene la extraordinaria habilidad de tensar el lenguaje poético como un arco que dispara saetas cargadas de humanidad al centro de la diana de la hipocresía y el nepotismo que gobiernan un mundo adocenado y conformista.

El libro se organiza en torno a dos apartados o libros. El primero, el más extenso, que lleva por título "Aún sin nombre", se abre con dos citas que a modo de tesis avanzan su contenido. La primera de ellas tomada de una pintada en alguna pared del "trullo", es la que da título al poemario, y asevera que en ese lugar maldito sólo se castiga la pobreza. La otra cita es de Salvatore Quasimodo y alude a lo terrible que anida en la apariencia más bella. Sin duda estas citas denotan la voluntad de crítica de un autor que rompe con todo orden establecido para dar nombre a aquello que aún no lo tiene o lo ha perdido: la dignidad que hace al ser humano.

El libro I se inicia con un breve poema de gran belleza que se asemeja en fondo y forma a la tanka (o "traza"): pequeños trapos/ tendidos/ la humedad pesa/ tensa una cuerda/ que tiembla al viento. Le sigue toda una serie de poemas de tono altamente expresivo, que denuncian la pobreza del alma que se abandona a las sombras en versos de gran hondura: si no sangra/ el poema/ se pudre o ¿Qué pobreza es esta que ni sabe qué nombre tiene lo posible? Sorprende la capacidad de Víktor para trenzar discursos aparentemente disímiles y aunarlos en un todo común a través de una sugerente escritura que emplea onomatopeyas, neologismos y extranjerismos y renuncia a determinados signos convencionales de la lengua como el punto final o la mayúscula al inicio de frase para apostar por otros menos comunes pero más expresivos, como el guión, el paréntesis y la cursiva, que le permiten deconstruir los tópicos de la versificación.

Otro aspecto interesante a comentar es lo que podríamos llamar la arquitectura del poema, pues Víktor Gómez dispone y ordena los versos con milimétrica precisión para orquestar un discurso con altas dosis de compromiso social, donde los espacios en blanco invitan al lector activo a rellenar los huecos. En este sentido los poemas no son conclusivos, sino textos abiertos que incitan a pensar y replantearse la orfandad del mundo.

El libro II, titulado "Jana", se inicia con un largo poema en prosa que emparenta el origen del universo con el sexo de la amada, donde la carne se hace verbo. Le siguen toda una serie de poemas donde el poeta invoca el pasado a través de recuerdos interrogantes y donde el lenguaje se hace más sensual, con una aureola metafísica: sexo y boca se besan  -fluyen en ese brío-/ salado mar de ebrios dioses. Culmina el poemario un único verso que sintetiza la idea vertebral del libro: ¿y no habrán de resucitar los vivos?

La poética de Víktor Gómez no deja indiferente a nadie. Ofrece y exige compromiso ético para tratar de desvelar los intereses creados, el abuso y el derroche de unos pocos contra la inmensa mayoría. Una lectura muy recomendable en estos tiempos de miseria moral y creciente incertidumbre.


martes, 25 de febrero de 2014

Reseña: Los abecedarios, de Mercedes Chozas, en Vozpópuli


Mercedes Chozas regresa con una nueva novela, 'Los abecedarios'
Vozpópuli, 22/02/2014

Premio Nacional de Literatura Infantil y premio Río Manzanares de novela, la autora madrileña ofrece una nueva entrega narrativa. Se trata de Los abecedarios (Calambur, 2013).

Mercedes Chozas nos permite disfrutar de una nueva entrega de su universo particular, ése que limita al norte con el Grove, al sur con la Gran Vía, al Oeste con la Ciudad Universitaria y al este con Valencia y está poblado de gente que en su quehacer cotidiano vive experiencias mágicas, dignas de relatarse por una gran cuentista como ella. 

Este realismo mágico la emparenta con autores muy queridos por nuestra generación, como Borges o Cortázar y en ésta ocasión, además, el paralelismo (perpedicularismo, si se me permite la licencia) con el segundo se hace aún más patente pues la historia está armada con una estructura perfectamente ordenada, una especie de antítesis de Rayuela, en la que los capítulos deben leerse exactamente en el orden establecido por la letra capital, un acróstico alfabético que resulta enfático y didáctico a la par que simpático, diría yo. 

La protagonista, una galleguiña de Taboelas, es la excusa para recorrer la margen derecha de la ría de Pontevedra y el Grove, embrujándonos con sus costumbres y leyendas, mientras prepara el salto al otro gran hábitat de la autora, el barrio madrileño de Universidad, donde correrá todo tipo de aventuras por sus tejados y azoteas, ya visitados anteriormente en el relato Atrapados (Sus Labores, Calambur, 2009) enredada en la vida de sus variopintos habitantes: artistas bohemios, estudiantes progres, vagabundos, troscos y peceros, mientras trata de recomponer la suya, teniendo como fondo las postrimerías de la dictablanda. 

Pese a ser una novela al uso, su inclinación al cuento -que comparto- le hace salpicar toda la historia con pequeñas muestras de su conocimiento en ese género (Antes de los dieciocho, Espasa-Calpe, 2002), que son como los granos de sal gorda que nos hacen más agradable al paladar un pimiento de Padrón. 


Sobre la autora

Mercedes Chozas es madrileña y se dedica a enseñar y a escribir. Ha obtenido varios premios: el Nacional de Literatura Infantil en 1979 por Palabras de cuento; el Austral por La mirada, la memoria y la voz de Valle, trabajo hecho con sus alumnos de COU en 1995; y el Río Manzanares de Novela por Las horas náufragas (Calambur, 2006). Ha publicado Antes de los dieciocho (2002), antología de cuentos contemporáneos; Antología del teatro español (2007); y el libro de relatos Sus labores (Calambur, 2009). Además, ha escrito las novelas Miulina, Las tres voces de Marina y Cuatro veces adiós; y los libros infantiles Soliturno y los gulusmillas, Cuentos de bolsillo y Trocomocho.


viernes, 21 de febrero de 2014

Noticias: lectura y tertulia de CANTOS : & : UCRONÍAS, de Miguel Ángel Muñoz Sanjuán


Lectura y tertulia en torno al último poemario de Miguel Ángel Muñoz Sanjuán:
CANTOS : & : UCRONÍAS.
Marta Agudo y Agustín Sánchez Antequera acompañarán al autor en este encuentro que tendrá lugar en la Librería Café La Fugitiva.


Viernes, 21 de febrero de 2014, 20:30 h
Librería Café La Fugitiva
C/ Sata Isabel, 7

Madrid



CANTOS : & : UCRONÍAS es un sorprendente ejercicio de escritura que desafía a la costumbre y a la corrección discursiva. Textos que asumen la perturbación del lenguaje ante lo irreal y las posibilidades significativas de la palabra. Poesía intuida como destino y razón de su propio saber, una radical activación de las utopías del conocimiento con la que el autor prosigue su apasionante deconstrucción crítica del enigma y los límites del lenguaje. Un libro donde la memoria de lo lingüístico habla de lo ausente, permutaciones entre la semántica y lo ortográfico como prefiguración de los textos de cultura, poemas en diálogo con lo premonitorio de las ensoñaciones y la gramática generativa de nuevos imaginarios. Signos de una descentralización que en su voluntad abstracta otorgan naturaleza a la duda, abren grietas en el muro de la pesadumbre realista y ofrecen una consciente resistencia ante los utilitarismos de lo banal. Una poética imprescindible en tiempos de desamparo, el testimonio de la conciencia contemporánea ante la transformación de sus ruinas y los significados del porvenir.

Juan Carlos Mestre

Miguel Ángel Muñoz Sanjuán (Madrid, 1961) es autor de los poemarios Una extraña tormenta (1992), Las fronteras (2001), Cartas consulares (2007) y Los dialectos del éxodo (2007). Ha sido incluido en Poesía Experimental Española (Antología incompleta) (2012). Fundó y dirigió la colección de poesía Abraxas (1989). Ha participado en diferentes ediciones de poesía, prosa y ensayo: e.e. cummings, Buffalo Bill ha muerto (Antología poética 1910-1962) (1996); R. Pérez Estrada, La palabra destino (2001); El universo está en la noche (2006), poesía, mitos y leyendas mesoamericanos; E. Gil y Carrasco, El señor de Bembibre (2004); y O. Mandelstam, Sobre la naturaleza de la palabra y otros ensayos (2005).

miércoles, 19 de febrero de 2014

Reseña: El día anterior al momento de quererle, de Concha García, en Asociación Colegial de Escritores de Cataluña


Los nuevos poemarios de Concha García y Jesús Aguado llegan a las librerías
Asociación Colegial de Escritores de Cataluña, 24/01/2014 
 
Los últimos poemarios de Concha García y Jesús Aguado ya están en las librerías. El libro de Concha García, El día anterior al momentode quererle (Calambur Editorial) fue presentado por Virginia Trueba, profesora de Literatura española de la Universitat de Barcelona en la librería La Central. La autora, después de leer unos poemas, ya en el coloquio final de la presentación, habló sobre el desdoblamiento del sujeto poético, y la relación de este con su propia conciencia. Cada poema formalizado como una acción poética, no sólo existencial, sino también cívica y política, que cuestione el sistema y las ideas establecidas, desarticulándolas, y construya nuevas forma del decir poético, necesaria y renovadamente crítico con el presente histórico.

Por su parte, los poetas José Ángel Cilleruelo y Sergio Gaspar presentaron la última antología de poesía de Jesús Aguado, La insomne (Fondo de Cultura Económica). Cilleruelo, antólogo del libro, destacó la necesidad de conocer la biografía, la vida del poeta, a fin de conocer y acercarnos mejor al contenido de los poemas, e hizo un magnífico recorrido por la vida y la obra de Jesús Aguado: sus inicios literarios en la Universidad, sus viajes y versiones de poetas devocionales de la India, su venida a Barcelona, etc.

Por su parte, Sergio Gaspar, que dijo no fiarse ya de la poesía, recomendó, sin embargo, leer los  libros de Jesús Aguado, “un poeta que aún tiene fe en la poesía y sabe decirla”. Aguado habló de la poética del fugitivo y la poética del insomne, ambas presentes en sus poemas. Después de leer unos poemas dedicados a su hija (de próxima publicación en Ed. Hiperión), leyó algunos del poemario La insomne y finalizó la presentación con la lectura del largo poema que da título a la antología.

Lee la reseña en la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña

martes, 18 de febrero de 2014

Noticias: entrevista a Rafael Saravia sobre Carta blanca, en Granada Hoy

Amor, sexo y sensación serán siempre temas de gran actualidad
Por Elizabeth Fernández
Granada Hoy, 04/02/2014

El poeta acaba de publicar Carta blanca, un libro en el que, ante todo, busca la complicidad del lector.

¿Una carta blanca se ofrece por amor, indiferencia, renuncia o egoísmo?
Se ofrece por casi todas ellas si se alimenta la complicidad necesaria. Desde luego por indiferencia no, no hay mayor dolor que el tedio que despierta lo incidente. En este caso... no se ofrece una Carta Blanca, más bien se anhela.

¿Ha sido "el milagro español" una de las tantas cartas blancas que han conducido a este "fuera de juego" presente?
Tal vez sí. Tal vez la idea de que todo vale y que lo paguen los que vengan detrás nos ha generado este desorden vital, aunque también ha sido el generador de una conciencia cívica que teníamos perdida. Si ese milagro español nos sirve para reflexionar sobre el sistema social que asumimos desde hace décadas, y que nos lleva a la deshumanización de los pueblos, entonces tal vez haya sido una bendición por su idea de catarsis.

¿Se ha quedado con algunas certezas tras la composición de Carta blanca?
Me he quedado con las mismas incertidumbres. Certezas manejo pocas, aunque es verdad que la construcción de este libro me ha hecho reflexionar sobre muchas verdades que no lo son tanto.

En sus versos, ¿cómo se ha atrevido a reelaborar el amor en estos tiempos de cólera tecnocrática?
El amor tiende a pulsiones atemporales. Su virtud radica en que es verdad e identidad universal y propia del ser humano. Amor, sexo, y sensación serán siempre temas de actualidad, siempre serán parte de nuestra necesidad vital.

¿Han aprendido los cobardes a vivir la belleza lo mismo que los valientes?
Jamás. Desde la cobardía sólo se viven pulsiones descafeinadas. Hay que asumir la valentía del que no teme la pérdida para poder disfrutar de la belleza pura. Gamoneda lo tenía claro y yo lo concibo de igual manera.

¿La belleza siempre ha pertenecido al "imperio de lo efímero" parafraseando al filósofo Lipovetsky?
Sin duda. No obstante, lo efímero puede durar varias eternidades.

Una reseña de 'Carta blanca' indica que ha conseguido en este último poemario realizar una "poesía desnuda". ¿Se encuentra poéticamente en esa "etapa suficiente o verdadera" de la que hablaba Juan Ramón Jiménez?
El lugar en el que me encuentro no es otro que el que equivale a la imposibilidad de asumir otro lugar más trascendente. La intención juanramoniana siempre me acompaña, aunque no la consiga acariciar tanto como a mí me gustaría.

¿Es cierto que el éxito de un libro se mide ya por el número de reseñas, críticas, notas de prensa que aparezcan en los medios? ¿Aunque éstas en ocasiones no hayan ni siquiera captado el contenido del libro?
Sinceramente no sé cuáles son los criterios de éxito de un libro. No obstante el libro de poemas sigue cauces paralelos a los de la literatura más agresiva y comercial. Aparte de eso, no me interesa el término éxito a la hora de hablar del poema. Asumo más la condición de complicidad como término a alcanzar.

¿No será que vivimos en un mundo que habla demasiado por hablar?
Posiblemente sí. Por eso la importancia de la poesía. En el poema el silencio es tan importante como la palabra pronunciada. Se respeta mucho la contundencia de la dicción. O al menos yo lo concibo así.

La segunda parte de su poemario se titula 'Hasta que llegue diciembre' que gira en torno al sentimiento y al cuerpo. ¿La indignación colectiva habrá cambiado de forma para ese mes?
La indignación colectiva ya ha cambiado. Estamos caminando. Asumo como esperanza ese grito que puede hacer cambiar las cosas. Ese grito que contiene un mensaje de cambio, ese grito que dice: Podemos.

¿Seguiremos, entonces, riéndonos sobre lo triste?
Prefiero llorar lo alegre. Como símbolo de respeto hacia la felicidad alcanzable. Como símbolo de celebración en pro de la responsabilidad vital. Decía Oscar Wilde que la diferencia entre un capricho y una pasión eterna, es que el capricho dura más tiempo. Así que asumo el caprichoso destino de lo efímero como intensidad y fuego a probar. "Somos, por tanto, el dobladillo del pantalón. La parte oculta que genera esperanza".

lunes, 17 de febrero de 2014

Noticias: entrevista a Rafael Saravia, en el blog Alma en las palabras

Entrevista capotiana a Rafael Saravia
Por Toni Montesinos
Alma en las palabras, 17/01/2014

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Rafael Saravia.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Soy un amante de las fronteras. Me resultaría implosivo no poder cambiar el rumbo. No obstante... hay lugares que consagran mi paz. León, mi ciudad, es uno de ellos. Más por la cercanía del verde que por otra cosa. Aunque tendría alguno más para poder oler el mar.

¿Prefiere los animales a la gente?
No. Para nada. Y eso que comulgo más con las realidades animales. Pero me quedo con todo lo irreverente que formula la raza humana.

¿Es usted cruel?
Soy lo contrario a la crueldad. Tal vez esa sea de las pocas cosas seguras que tengo.

¿Tiene muchos amigos?
No. Nadie los tiene. Tengo la condición amigable abierta a todo el mundo. Pero amigos de verdad hay pocos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, sinceridad, comprensión... Que ejerzan el amor a pesar de mi imperfección.

¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No suelo. Pero reconozco que si ha ocurrido.

¿Es usted una persona sincera?
Decía Emerson que todo hombre es sincero a solas; en cuanto aparece una segunda persona empieza la hipocresía. Así que a pesar del valor que le otorgo a la sinceridad, creo que es muy difícil ser puro en estas lides. No obstante, defiendo el camino hacia lo sincero.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Con la vida y junto a los que me la hacen más agradable. Mi tiempo libre no existe, todo pertenece a mi tiempo hipotecado. Si no... sería inmortal.

¿Qué le da más miedo?
El mismísimo miedo. Creo el miedo es el peor virus de los librepensadores.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandaliza la pobreza. No acabo de resignarme a su existencia.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Mi condición vital me ha sido entregada, miro la vida con todo el fervor que se puede mirar y ejerzo mi derecho a contarla y masticarla. Me da igual que sea a través del poema escrito, de una fotografía, o de una barra de pan. Sería una persona que caminaría con las mismas ganas de mirar al margen. A parte de eso... mis aspiraciones juveniles pasaron por ser biólogo o jugador de baloncesto (llegué a jugar relativamente bien).

¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Pues mantengo la ilusión por el basket, sigo jugando alguna que otra pachanga. Y para no desbordarme (mi apetito vital se equipara al gastronómico) intento ir al gimnasio semanalmente.

¿Sabe cocinar?
Sí. Y me fascina la creación culinaria. El paladar genera instinto.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Tengo muchos referentes. Y tengo la suerte de incluso haber conocido a alguno de ellos. Juan Gelman, como hombre y como escritor me ha aportado mucho. Y en general cualquier humanista. Gandhi, Jose Luis Sampedro... hay tantos...

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Compasión.

¿Y la más peligrosa?
Mío.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.

¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Aquellas que avalan la hegemonía del pueblo. Esas que nos igualan como personas en los derechos fundamentales de la vida. Soy afín a la izquierda sin ser afiliado a ningún partido.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Músico. Creo que la música guarda la plenitud artística.

¿Cuáles son sus vicios principales?
La utopía. Todo lo que genere alegría y fervor.

¿Y sus virtudes?
Ser consciente y reconocer lo inteligente y virtuoso. Yo no tengo la capacidad de ejercer como tal, pero si lo reconozco a mi alrededor.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Sólo imagino a favor de la esperanza. La vida en torno a la muerte no me interesa en exceso, sólo como denuncia. Si no es por eso... la muerte es tan obvia y tan muerte que apenas puedo nombrarla.

viernes, 14 de febrero de 2014

Noticias: entrevista a Antonio Hernández, en Wadi-As

Antonio Hernández, genio poético reconocido con el
 IV Premio de las Letras Andaluzas
“Elio Antonio de Nebrija”
Antonio Hernández. Una buena persona que además escribe poesía, narrativa y ensayo
Por Encarni Pérez
Wadi-As, del 11 al 17 de enero 2014

Sueñan: las sílabas sonoras en besar los labios del poeta; las palabras en acunar el latido de los sentimientos; las manos en deshacerse en líneas torcidas desbocadas de emoción; los ojos en mirar a través de la niebla del alma; las musas en susurrar junto al oído atento su inspiración; la luz en danzar para conquistar a la oscuridad; la oscuridad en envolver en su cálido manto; el firmamento en llorar polvo de estrellas; la tierra en cantar sus lamentos... Festival de sueños al servicio del poeta. 
Sueña el poeta porque escribiendo siente; porque sueña viviendo y respira soñando. Porque la poesía está en él: se alimenta con su aliento; en las lágrimas que llora; en la sonrisa que escapa; en las manos que acarician o en los labios que besan. Porque la poesía se funde en él; se desprende de su ser. Él, Antonio, solo... escribe poesía, novela o ensayo. Él solo es... Antonio Hernández: cántaro fresco que contiene la savia poética de las palabras. Antonio Hernández, poeta.

Un gaditano en Madrid. ¿Se siente nostalgia de los aires de mar? 
Suelo “picar billete”, hasta mediados de septiembre, sobre el diez de junio. Y como voy de cuando en cuando la nostalgia no grita mucho. Tengo casa abierta en el Río San Pedro. Desde la terraza se ve buena parte de la bahía. Ella me socorre de mis días grises en Madrid.

¿Quién es realmente Antonio Hernández? 
Una buena persona que, de cuando en cuando, no tiene más remedio que enseñar los dientes.

Antonio ¿qué es un poeta? 
Alguien como los demás y que además hace poesía.

¿En qué consiste el oficio de escritor? 
En leer y escribir durante ocho horas al día.

¿Usted se siente un “sirviente” de las letras? ¿Las letras se sirven de usted para encontrar su cauce? 
Las Letras ya tienen su cauce desde hace mucho tiempo y yo no soy más que una pequeña gota en su río caudaloso. 

Las palabras no siempre son hermosas. Hay palabras que hieren… 
Sobre todo a aquel que las escribe, a uno mismo.

¿Se puede soñar solo con la sonoridad de una palabra? 
No creo. Con una mezcla de ellas, sí.

¿Tiene “cierto talento para las letras” Antonio Hernández? 
El movimiento se muestra andando. He dicho bien: se muestra, no se demuestra.

¿De dónde le viene ese talento especial? 
Yo no he dicho que tenga talento especial; en todo caso lo han dicho gente de la talla, y eso sí son palabras mayores, de Alberti, Rosales, Gerardo Diego, Claudio Rodríguez.

¿Qué le ofrece el mundo de las palabras que no encuentra en otra disciplina, en otra expresión artística? 
Conocimiento de mí mismo.

¿Qué busca en la poesía? 
Plenitud, la que da la obra cuando la terminas y estás de acuerdo con la emoción que te posee.

¿Qué se siente al ser reconocido por sus compañeros del mundo literario, los escritores andaluces? 
En primer lugar, gratitud. Y la certidumbre de que este oficio no se paga con dinero. 

Aunque Antonio Hernández ya debe de estar acostumbrado a recibir premios y reconocimientos… 
...Pero todos queremos más. La codicia es consustancial al hombre. 

El éxito, los reconocimientos, los premios ¿pueden llegar a soterrar a la persona? 
A mí, no. Aunque “ca uno es ca uno”.

¿Qué cree usted que es lo mejor del ser humano? 
La generosidad. 

Con su última obra recién publicada, Nueva York después de muerto, ¿da por cumplida su promesa a Luis Rosales? 
He de seguir mereciendo su confianza.

¿Qué encontrará el lector de innovador en esta obra? 
Cada lector es un mundo. Con que se emocione me conformo.

¿Su literatura es “muy buena pero dura”? 
Eso lo dijo un mal lector. 

Echando la vista atrás a su extensa obra literaria, ¿cambiaría algo? 
Prácticamente todo. Soy muy exigente conmigo mismo. Aunque a lo mejor salvaría algunos poemas. 

Y si tuviera de nuevo que empezar, ¿seguiría la misma senda? 
Procuraría llegar a ella más formado.

¿Se siente usted un hombre de éxito? 
Pongamos que un hombre de éxito relativo o menor. Sin duda tengo una limosna de gloria.

¿Qué cree que necesita el ser humano para ser feliz? 
Sólo creo en la plenitud intermitente. Estoy escribiendo otro libro de poemas y revisando una novela. Junto a ese trabajo escribo artículos, doy charlas, leo, que es lo principal para que la llamada inspiración no se seque.

¿Cuáles son sus nuevos proyectos literarios, si los hay? 
Pues, esos, los que le he dicho.

¿Conoce la comarca de Guadix? 
Sí, y gracias a un gran poeta que vive ahí, Antonio Enrique, que seguro les dice cosas más interesantes que las que yo les pueda decir porque es un genio enclaustrado en su sabiduría. Claro que, de cuando en cuando, la saca a pasear para nuestro bien.

¿Quiere añadir algo más? 
Una palabra: Gracias.



¿QUIÉN ES...?

Antonio Hernández nació en Arcos de la Frontera en 1943. Realizó estudios de pedagogía y antropología si bien pronto orienta su actividad hacia la creación literaria, la labor periodística y su tarea como conferenciante, tanto en España como en el extranjero. Este poeta, novelista y ensayista tiene publicados unos 40 libros en total y ha sido traducido a 21 idiomas.

Como periodista ha publicado más de mil artículos en todos los periódicos de Madrid y en algunas de sus revistas, habiendo obtenido los premios José María Pemán y Manuel Alcántara, por sus artículos en prensa.

Como poeta su obra se corresponde con una de las voces más sólidas y templadas, más matizadas y versátiles de la poesía española del último medio siglo. Ha sido galardonado con premios tan significados, en el género de la poesía, como el Premio Nacional de la Crítica, Adonais, Miguel Hernández, Vicente Aleixandre o Tiflos… En 1980 obtuvo el gran Premio de Bellas Artes que recibió de manos del Rey de España y con posterioridad, el Premio Nacional de la Crítica, el premio Andalucía a la mejor trayectoria de un poeta, el Premio Ciudadano a la Obra de un escritor español...

Como novelista Antonio Hernández es capaz de dotar al relato de expresividad y fuerza convincentes como no se hacía en la narrativa española desde Valle Inclán y su Ruedo Ibérico o desde La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, en palabras de Francisco Morales Lomas, Presidente de la Asociación de Críticos Andaluces (revista República de las Letras, nº 129). Como novelista ha recibido los premios Andalucía, Valencia y Fernando Lara, y como ensayista los premios Hércules y Popular del diario Pueblo.

Hernández es un poeta excepcional y un novelista de primera línea, que en ciertos aspectos, como en el fraseo, llega a superar a Cela y Miguel Delibes, en palabras de Francisco Javier Peñas- Bermejo, Presidente de la Asociación de Profesores de Literatura Española en USA (Revista de la Universidad de Nuevo-México).

En marzo de 2013 le fue otorgado el Premio de las Letras Andaluzas “Elio Antonio de Nebrija”. Su última obra publicada también en esta fecha es New York después de muerto qué está teniendo una magnífica acogida por parte de la crítica y los lectores.